Ford lleva a cabo unas exigentes pruebas de calidad para garantizar la durabilidad de los elementos que componen sus coches. Un ejemplo de ello es el robot que pone a prueba la resistencia de sus materiales tras su uso durante 10 años después de una intensa sesión de ejercicio.
No podemos huir del paso del tiempo. El tiempo desgasta. Los asientos de los vehículos sufren especialmente el paso de los años debido a su intenso uso. La temperatura ambiente, nuestro propio movimiento sobre el asiento, la humedad o nuestro propio sudor provocan que el deterioro se acelere.
Desde Ford, llevan a cabo unos tests de calidad cada día más exhaustivos, con el objetivo de ‘frenar’ este deterioro. En uno de sus tests se realiza una prueba para medir la resistencia de los materiales de un asiento tras unos 10 años de sudor y humedad.
En Automòbils Marín e Hijos, como concesionario oficial de Ford en Martorelles somos conscientes de las exhaustas pruebas de calidad en los elementos de los distintos modelos de la marca.
La forma que tiene de hacerlo es muy peculiar. Utiliza un robot llamado ‘Robutt‘ que simula cuan de sudoroso puede ser un trasero. En un principio se ideó para comprobar la resistencia del asiento y sus materiales a un uso constante. Pero ahora han querido ir más allá y comprobar qué ocurre tras su uso tras una intensa sesión de ejercicio, donde el sudor y la humedad afectan a los materiales.
En este enlace de la web www.caranddriver.es de donde se ha extraído esta información podéis ver un vídeo de este robot funcionando:
Este robot se calienta a 35 grados y se empapa con medio litro de agua aproximadamente con el objetivo de simular las dimensiones y la transpiración de un hombre grande.
La prueba se hace durante 72 horas seguidas, donde el robot se levanta y se sienta y se levanta de forma continua unas 7.500 veces.