Iniciamos nuestra andadura en el blog de Automóviles Marín hablando de unos de los factores que influyen directamente en el estado del vehículo: el estado de la carretera. Los neumáticos, la suspensión, la transmisión y la dirección suelen ser los elementos del vehículo más afectados y por tanto, que más averías sufren.
Los neumáticos son los que más sufren las irregularidades del asfalto provocando un desgaste prematuro, un aumento del riesgo de sufrir un reventón o la pérdida de agarre.
Baches, empedrados, parches, asfalto con grietas, … son fuente de problemas para nuestros vehículos ya que una circulación asidua por carreteras en mal estado puede generar averías importantes.
Otro elemento del vehículo que sufre el mal estado de la carretera es la suspensión. Por ello es importante llevar a cabo un mantenimiento de los amortiguadores y de los silemblocks de suspensión y de barra estabilizadora. Así como cambiarlos cuando sea necesario.
La transmisión, encargada de transmitir el movimiento motor a las ruedas motrices, se verá afectada al desgastarse y deteriorarse las juntas homocinéticas y en la deformación de los rodamientos de las ruedas.
Y ya por último, la dirección es otro de los elementos ‘sufridores’ de un mal estado de la carretera. Las holguras en la rótula de dirección o la pérdida de paralelismo en la ruedas son algunas de la principales averías que pueden darse.